Nos encontramos en una situación en la que tenemos el concepto del producto que queremos construir, y queremos comenzar con dicho proceso.

Este proceso de construcción es normalmente, por la propia naturaleza del producto, una de las etapas más largas y costosas de nuestro emprendimiento. Estas condiciones hacen que la visión clara y concisa con la que se inicia la construcción, luego se ve distorsionada por problemas de cambios de prioridades o limitaciones de presupuesto.

Aun así, todo esto puede quedar atrás una vez hemos finalizado, y estamos listos para un gran lanzamiento, para su presentación al cliente o público objetivo. Lamentablemente, existen infinidad de experiencias donde el éxito y aceptación esperados se desvanecen por el rechazo de nuestro producto. Hemos cometido errores en su construcción y ahora volver atrás para su corrección nos representa un gran esfuerzo y costo.

homero

Una de las víctimas de este tipo de experiencias, fue el emprendedor Eric Ries. En el año 2003 fue el responsable del lanzamiento de un nuevo producto, luego de 5 años de construcción. Dicho producto fue un fracaso. Ries manifestó que el fracaso se debió a que la empresa tenía una visión demasiado concreta sobre su producto y estaban muy poco abiertos a escuchar las necesidades de sus clientes.

En el año 2011, y como consecuencia de esta experiencia, Ries presenta la metodología Lean Startup.

Lean Startup

La filosofía intenta aplicar los conceptos de “lean manufacturing” a los procesos asociados con las empresas emprendedoras. La filosofía lean manufacturing proviene del sistema de fabricación de Toyota, y su principio fundamental es que hay que eliminar el “desperdicio” de los procesos, y enfocarse únicamente en aquello que aporta valor al cliente. Se llama desperdicio a todas las tareas que forman parte de los procesos de fabricación pero que no aportan valor para el cliente final.

Aplicado al proceso de construcción de nuevos emprendimientos, Lean Startup indica que debemos comenzar con aquello que es fundamental para nuestro cliente, mostrárselo, obtener sus opiniones, procesarlas y realizar otra iteración del producto teniendo en cuenta estas opiniones.

Por este motivo se lo conoce como el ciclo, Construir, Medir, Aprender.

proceso

El proceso nos indica que debemos ser capaces de definir métricas bajo las cuales evaluar el éxito de cada iteración. Así, por cada vez que presentemos nuestro producto al cliente, evaluamos si hemos alcanzado la calidad deseada. Aprenderemos de las opiniones recibidas y haremos los cambios necesarios para una nueva iteración, hasta llegar a la calidad de producto deseada.

Una vez el producto ha alcanzado las métricas deseadas, se considera como terminado y se pasa a la etapa de implementación.

La metodología Lean Startup se basa en comenzar con un prototipo muy simple y mejorarlo a partir de la opinión del cliente, hasta llegar a una versión lista para su construcción final, muy cercana a las expectativas o necesidades del cliente.

La metodología Lean Startup es conocida como la metodología del “falla pronto, falla rápido y falla barato”.

Concepción del Producto

Uno de los conceptos claves de la metodología es el MVP (minimum viable producto o producto mínimo viable). Se trata de la primera iteración de nuestro producto, que utilizaremos para evaluar si nuestra idea inicial tiene posibilidades de ser exitosa. A medida que pasen las iteraciones, iremos mejorando nuestro MVP en base a los comentarios del cliente. Otro concepto importante refiere al aprendizaje objetivo en cada iteración, debemos tener métricas que nos indiquen si el producto se desarrolla de forma satisfactoria o no.

Herramientas para creación de MVP

Puede ser algo simple, como un dibujo o una presentación, o un pequeño desarrollo informático para visualizar el comportamiento de nuestro producto.

Algunos ejemplos de MVP son:

  • Presentación Powerpoint. Uno de los métodos más económicos, nos permite presentar el producto de forma rápida y a un nivel conceptual. Debemos asegurarnos de expresar correctamente lo que queremos lograr con dicho producto.
  • Storyboards. A modo de comic, representa todo el ciclo de experiencia del usuario con el producto. Existen herramientas que nos ayudan a construirlo, como Canva y StoryboardThat.
  • Videos. Un poco más complejos de realizar, pero de mayor impacto.
  • Página Web. Se construye una página web de presentación del producto donde se mide que operaciones realizan los usuarios. Por ejemplo, vemos en que secciones se detienen o en qué vínculos o botones hacen clic. Aunque estos aún no tengan funcionalidad, nos sirve para medir el interés de los usuarios.

Métricas

Como mencionamos, para poder aprender en cada iteración, necesitamos de métricas que nos informen sobre el estado actual de nuestro producto. Si bien la metodología nos da libertado sobre las métricas a utilizar, las más usadas son conocidas como métricas pirata, o métricas AARRR.

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Metodologías Ágiles

Como hemos visto, existen diversas metodologías que cumplen con la denominación de ágiles. En principio uno se ve empujado a pensar que se debe elegir una de ellas para aplicar en nuestros procesos de construcción de soluciones.

Sin embargo, estas metodologías se complementan, y lo recomendable es saber cuál aplicar en cada una de las fases, desde la concepción hasta la construcción de nuestra solución.

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Design Thinking es de suma utilidad en el momento de la concepción de la idea de nuestro producto o solución, nos ayuda a enfocarnos en el usuario y pensar en sus necesidades. Lean Startup complementa dicho análisis con la creación de un prototipo ajustado a su opinión y expectativa. Por último, métodos ágiles más conocidos y populares, como por ejemplo SCRUM nos sirven de apoyo al momento de la construcción de la solución final.

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