A lo largo de más de 20 años de experiencia en proyectos de desarrollo de software, muchas veces nos hemos encontrado con un problema recurrente, tanto en el sector privado como en instituciones gubernamentales.

Este problema recurrente con el que nos hemos encontrado, es que las empresas o instituciones habían pasado por una mala experiencia en un proyecto de desarrollo de software, culminando en un proyecto fracasado. Este tipo de experiencia, si bien es muy negativa para el área de negocio o departamento que iba a ser beneficiario del nuevo sistema, para el área de tecnología, quien es muchas veces contraparte importante del proyecto, es mucho más traumática. Esta situación queda muy bien representada por la frase popular “El que se quema con leche, ve la vaca y llora”.

En este contexto, en ocasiones el área de tecnología queda en una situación de inacción, lo que de igual forma termina transmitiendo una imagen negativa del área de TI al resto de los departamentos, los cuales continúan teniendo sus necesidades de transformación digital. Existen varias alternativas para poder salir adelante airoso de esta situación, y es aprender lecciones de esa experiencia negativa, para minimizar los riesgos en forma general y mejoras específicas como el control del presupuesto.

Desarrollo de Software a Medida

Para el desarrollo de software a medida, el uso de metodologías agiles en las distintas etapas del proyecto permiten asegurar en buena medida que se cumpla con las expectativas del cliente.

En cuanto a las etapas de análisis y diseño de la solución, técnicas como Design Thinking permiten que el cliente pueda visualizar a través de un prototipo cual va a ser la solución que se va a construir.

Durante la etapa de construcción del sistema, metodologías de gestión ágil como Scrum, va a permitir que el cliente puede ir accediendo a versiones incrementales de la solución lo cual permitirá corregir cualquier desvío en etapas tempranos del proyecto. Y además permitirá gestionar el presupuesto de manera controlada si asociamos hitos de pago a un conjunto de funcionalidades entregadas de forma exitosa.

En la etapa final de implementación, el uso de DevOps (que si bien no es considerado una metodología agile), permite automatizar el proceso de despliegue, integrándolo al proceso de desarrollo, de manera que se minimizan mucho los tiempos de corrección de errores y actualización de los ambientes de pruebas y producción.

En IDEATI contamos con más de diez años de experiencia y varias decenas de proyectos de implementación de desarrollo de software a medida.

En IDEATI estamos a disposición para ayudarte a abordar tus desafíos de transformación digital, puedes agendar una cita aquí.